Es una nueva opción terapéutica escasamente invasiva que genera un efecto térmico prolongado facilitando la regeneración de los tejidos gracias a la producción de colágeno y de fibras elásticas que mejoran el grosor y la calidad del tejido vaginal sin causar daño en los tejidos circundantes.
Mientras se tiene la regla, los estrógenos, principal hormona sexual femenina, aseguran la salud vaginal, encargándose del mantenimiento, la flexibilidad, la lubricación y el correcto funcionamiento vulvo-vaginal.
Al llegar a la menopausia, las mujeres dejan de tener estrógenos, por lo que las mucosas pasan a ser frágiles, poco elásticas y muy sensibles. Esto no solo ocurre en la menopausia, durante el embarazo, el postparto, la lactancia o tratamientos de quimioterapia o radioterapia, todos los órganos protegidos por los estrógenos, como la vagina y la vulva sufren, por lo que se pueden experimentar molestias íntimas como disminución de la lubricación vaginal, sequedad, sensaciones molestas o dolor en las relaciones sexuales…Molestias que si no se tratan aumentarán su intensidad con el paso del tiempo.